La Ilusión.
Aunque se suele decir que "de ilusión no se vive", he de discrepar, ya que sin esa capacidad, el hacer diario se convierte en rutina. Es como perder los sabores y aromas de la vida. Perderse la infinidad de sensaciones que contiene, y que nos regala cada día para nuestro deleite. Es abandonarse a la suerte y estigmas que se nos impone, dejando de ser, cada día, un poquito menos humanos, y más máquinas. Sin sueños ni motivaciones que nos ayuden a impulsarnos y creer. Es nuestro objetivo principal, el intentar aportar sensaciones encaminadas a elevar el espíritu, ofreciendo belleza, color, formas, .. Dejando que la imaginación nos lleve a otros lugares y sensaciones. Que la inspiración y la creatividad puedan abrirse paso y mostrarnos diferentes posibilidades para afrontar el día. Que el interés nos motive y despierte ganas. No es cuestión de magia, solo una actitud con la que regalarnos una visión del mundo más tolerante, alegre, pacífica y constructiva, que nos ...