El populismo se vende solo.
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Hacer fuego del árbol caído es la especialidad de nuestros dirigentes.
Con las necesidades que sufren los pueblos se hace negocio. Esas son las virtudes (dignidad, moralidad y valores) con las que están formados estos señores.Como si fuera ahora, con las elecciones, cuando único importa poner soluciones y ayudas.
Y lo peor de todo es que cuela.
De ahí que me acuerde de Diógenes, que optó por pasar necesidades y mantener su integridad, antes que tener que ser sumiso y adulador con el emperador, no faltándole riquezas.
Si aprendiéramos a vivir siendo honestos a unos principios justos y dignos, nunca eligiríamos a la clase dirigente que tenemos, ni tampoco sufriríamos sus desgraciadas actuaciones, porque se les exigiría cumplir responsable y respetuosamente con sus obligaciones.
Pero es la pescadilla que se muerde la cola. Ellos hacen y actuan como les viene en gana, porque antes se permiten comprar la voluntad de su pueblo. A unos, (a aquellos que les sirve para sus trápalas) colmándoles de tesoros; a otros, con las cuatro migajas que les ofrece; y al resto, doblegándolos a base de sufrimientos e injusticias.
Y la solución para una sociedad justa es fácil: "ser justos y no dejarse comprar".
Pero para los que piensan que más vale acoplarse y poder sacar algo en limpio, que no hacerlo, y que nada cambie; decirles, que ahí, precisamente, reside el error.
Al mal no hay que darle jamás nada, porque desde que lo hacemos, ya tiene motivos para continuar existiendo y permanecer activo.
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