Si no se vive el presente, no se está vivo.
Todo puede cambiar en un instante
Marwan - "La triste historia de tu cuerpo sobre el mío".
- Has cambiado.
-¿Qué pasa?. ¿Es que no puedo cambiar?.
- Es que antes...
- Antes, antes, siempre antes... Tú tampoco eres la chica de la que yo me enamoré, pero busco en ti, y siempre acabo encontrando algo de lo que volver a enamorarme. Tienes que decidir, si te quieres enamorar del presente o si seguirás queriendo hacerle el amor al pasado.
Se tumbó, me acercó a su pecho y tres segundos después me besó como nunca.
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Vivir esperando que vuelva el pasado, no nos deja sentir la magia del presente. Lo que es tanto, como decir que no se vive.
La vida es un continuo cambio, porque a cada segundo están ocurriendo cosas que así lo hacen.
Nuestro mundo exterior y nuestro mundo interior, no para de 'sufrir' cambios, a los que solo podemos intentar comprenderlos y acoplarnos. Y esto no es malo, solo una manera de que no dejemos nunca de sentir la Vida e intentar vivirla de manera plena. De que no nos olvidemos, que lo que la Vida nos regala hay que saberlo valorar y apreciar. Y es que una de las cosas que nos pasa a los humanos, es que queremos que las cosas sean de una determinada manera, sin pensar que la Vida es como es, no como pretendemos que sea.
El pasado nos hace crecer, nos hace recordar, nos hace pensar; pero es en el presente donde único se puede vivir: haciendo, sintiendo, imaginando y siendo uno mismo ..HOY.
Y es en base de ese presente, del que parta la estabilidad del futuro.
La raza humana no es amiga de la realidad, por esto creamos mundos ilusorios o nos dedicamos a hacer caso sólo a aquella que nos gusta, o la que no nos queda otro remedio que afrontar. Y al no querer 'ver' la realidad, no somos conscientes del sufrimiento y padeceres que existen, y que sí son motivo de tristeza y preocupación. Y sólo si pasamos por ello, o perdemos lo que tenemos, es que empezamos a comprender que "de nada nos quejamos". Comprendemos que en toda nuestra vida solo nos hemos comportado como niños mimados, a los que sin faltarle de nada y siendo protegidos de todo mal; no hemos hecho más que quejarnos, patalear y sentirnos desdichados. ...Y de paso, hundir en la miseria al resto, haciéndoles sentir culpables de esa inmadurez insana y egoísta.
Solo las personas que son conscientes de la realidad del mundo y la vida, son las que saben valorar lo importante que tienen en sus vidas; dejando las quejas absurdas y llenas de inseguridad, que solo representan un insulto para las verdaderas personas que sí han de padecer dificultades y sufrimientos re-a-les.
Que no tengamos que perder lo bello que tenemos en nuestras vidas y si hay que sufrir por algo, que sea por verdaderos problemas reales: mentiras, engaños, pobreza, hambre, guerra, violencia, sexismo, racismo...
Aprendamos a valorar lo que es importante y no dejemos de protegerlo con toda nuestra mejor voluntad y esfuerzo.
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