Fronteras por inconsciencia


- Yo no veo ninguna frontera. ¿Y TÚ?.

Un buen ejemplo para dar respuesta a esta cuestión, pude ser la propia lluvia de meteoros (llamadas "Leónidas") que ésta misma noche del martes ha tenido lugar. Ocurriendo lo mismo con las Perseidas o "Lágrimas de San Lorenzo" por el mes de agosto, donde éstos meteoros se desintegran y se queman, gracias al "escudo" que supone la atmósfera de la órbita terrestre, quedando todo en una simple anécdota, con una hermosa imagen lumínica de destellos de luz a través del cielo.
Otra cosa sería que nos invadieran los extraterrestres, donde ese escudo no serviría de nada. La frontera que pudiera existir es la que marcaría nuestra especie con ellos, a través de las armas. 

Más ejemplos de fronteras que existen en la Vida de manera natural:
- Nuestro cuerpo guarda en su interior "un mundo" que no podría quedar expuesto al exterior. Otra cosa es ponernos una armadura para protegernos de golpes o ataques. 
- Vivimos en casas con ventanas y puertas que nos mantienen protegidos de la climatología. Pero, ¿para qué cerramos con llave?. Esta frontera es contra los delincuentes.

Es decir, hay fronteras que nos protegen y mantienen a salvo de amenazas "naturales", pero también existen otras que provocamos, única y exclusivamente, por la falta de cultura cívica. Pero, fronteras siempre hay y habrán. La cuestión está en la naturaleza de su cometido.

Unas son imprescindibles para el buen funcionamiento de la Vida, mientras que otras, deberían desaparecer de la concepción humana y poder "e-vo-lu-cio-nar"...que ya va siendo hora. 

Sin embargo, la humanidad se empeña en "crecer" a base de piedras y palos, en lugar de dar cobertura y desarrollar esta capacidad de raciocinio con la que la naturaleza nos ha dotado, para comunicarnos y llegar al entendimiento con la palabra y el ejercicio de un comportamiento civilizado, consiguiendo hallar el equilibrio y armonía necesarios para que los pueblos vivan en unión y respeto mutuo. 

No es cuestión de magia, pero ni mucho menos de andar siempre a la gresca, combatiendo en continuas guerras, viviendo instalados en el miedo y endureciendo las medidas de control y seguridad. Porque ésto, ya está comprobado que no nos ha funcionado jamás. Porque, de hecho, seguimos igual. 

Si lo que se destina a la carrera armamentística, los ejércitos, organismos de la guerra y todo el mercado que se genera alrededor de éste mundillo, y lo invirtiéramos en mejorar la educación, en planes de cultura social e integración, en educación emocional y cívica, en el aprendizaje y desarrollo de una conciencia y unos valores saludables, creo que el mundo sería completamente diferente al que nos empeñamos en construir a base de inconsciencia, falsedad y dominación.

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