SER: Pensar vs Sentir.
Extracto del artículo, Somos lo que pensamos. (Leer aquí).
"Ahí van dos buenas noticias. La primera: usted es en gran parte el responsable de lo que siente. No es el entorno el que le genera ansiedad, sino la interpretación que usted hace del entorno. Esto le responsabiliza y también le permite controlar y actuar sobre lo que siente. Muchos querrían desligarse de todo y seguir echando la culpa de su malestar a la sociedad y a lo mal que está todo. Pero esta opción le limita y le deja sin recursos.
La segunda buena noticia es que puede modificar su estilo cognitivo en el momento en el que decida entrenar otra forma de pensar."
Opinión:
Todas y cada una de las 'recomendaciones', pueda que, en principio, se trate de "hacer aprender a nuestra mente", pero, en realidad el aprendizaje debe llegar más adentro aún: "a nuestra forma de SENTIR".
Este sentir se expresa a través de nuestro pensar, y posterior, actuar. De ello se desprende nuestra personalidad:
1. Aquella que se rige por nuestro pensar. Siendo la personalidad que mostramos al exterior y por la que se nos conoce.
2. La que se rige por nuestro sentir, y que marca nuestra personalidad interior, y refleja nuestro "yo" verdadero. Es decir, quienes somos realmente.
Por tanto, la felicidad, (de querer encontrarse), pasa por un pensar y un actuar, acorde con nuestro sentir; debiendo cambiar, para ello, todos aquellos valores por los que 'filtramos', todos y cada uno de nuestros pensamientos. Y no es que se pueda conseguir de un plumazo, ya que ese 'sentir' lo adquirimos desde el útero materno y en la infancia, principalmente. Por lo que no es una cosa fácil de realizar, pero no imposible. "Sentir un amor sano y de manera plena" es la principal baza con la que todos deseamos "cambiar a mejor".
Así que eso de que "somos lo que pensamos", ..para nada. Éso solo es una consecuencia más; la punta del iceberg; porque antes, ..mucho antes, "SOMOS LO QUE SENTIMOS".
De hecho, un bebé no piensa, al menos, no ha aprendido a hacerlo, sin embargo, SIENTE todo lo que le pasa. Y es a partir de ese sentir que actúa, expresando su bienestar o malestar con lloros, sonrisas mal humor o enfado.
Esto nos indica algo muy importante, y es que primero se siente, después, se actúa, y luego se piensa. De hecho, si dejamos de hacerlo así, es porque según crecemos, "aprendemos" a no decir ni a hacer, todo tal cual lo sentimos, porque ello deriva en un conflicto de intereses. Lo que no significa que dejemos de sentir como lo hacemos, sólo que tenemos que hacerlo PENSANDO en las consecuencias.
Siempre se dice que "los niños lo captan todo como una esponja", pues en el vientre de su madre, esa captación es infinitamente mayor. Tanto, como que siente lo mismo que su madre. Su alegría, su apatía, su rebeldía, su tristeza, sus rechazos o sus aceptaciones. Por lo que "sentir nos hace únicos", ya que cada ser vivo (no solo el humano) ha crecido sintiendo unas determinadas sensaciones y emociones, por las que filtra todo su pensar, y de donde parte todo su comportar.
Muchas veces ocurre, que por mucho que sepamos que un pensamiento o un comportamiento es el correcto a seguir, optamos por otro, resultando ser aquél que satisface a nuestro interior y lo llena plenamente, aún sabiendo que no es el correcto, pero que resulta ser el que concuerda con lo que sentimos.
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