Caída de un (gran) economista: R. Rato.


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Sin duda, que caiga gente de "tanto peso", como está ocurriendo, dice mucho de lo podrido que está el sistema. Pero, no por su funcionamiento en si, sino por la clase de gente que lo representa. 

Y hablo en general, ya que estos señores no podrían ni mover un dedo, si no fuera por el resto de personas que les ayuda a que se fragüen tales fechorías. 

Todas las instituciones y estamentos públicos están compinchados para que esto sea así. Y ya nos pueden contar milongas o creernos lo que nos cuentan, que la realidad es que la corrupción y los delitos que cometen no se podrían llevar a cabo sin el respaldo, la organización y el amparo de muchos que están dentro del propio sistema. Y no sin cargos importantes. 

Que, por cierto, de tantos, solo apresan a unos cuantos. Con lo que el sistema sigue lleno de manzanas podridas; lo que eso conlleva seguir "haciendo de las suyas" hasta que se destape otro caso. Pero, para entonces, ¡ya se han llevado todo lo que han querido y más!. 


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