Investidura Rajoy (Revista "El Jueves")
Mariano Rajoy (PP)
“¡Investidme o me cargo la Navidad!”. “¡Que estoy muy loco!”.
...
Este es el panorama que nuestros políticos tienen a bien presentarnos. Un ridículo, lleno de prepotencia, inutilidad y falta de escrúpulos.
Un Rajoy anclado en el número de votantes, cosa que es sorprendente, (se mire por dónde se mire), lo que no dice nada bueno del votante abnegado, mientras que el resto que le ha dado su voto, solo se agarra a un clavo ardiendo, eludiendo, en lo posible, que el partido de Iglesias pueda gobernar.
Y ante esta encrucijada está el votante, que aún pasando por dos Elecciones Generales, (y sobrevolando unas terceras), han incurrido en el mismo resultado: un país dividido. Con lo que los pactos deberían de darse, pero nada más lejos.
Y es que existe una máxima: nadie quiere pactar con los que representan la corrupción en este país, que no han sido capaces ni de cambiar a éstos personajes e intentar dar un "lavado de cara" al partido, como han hecho el resto. Y más, cuando lo de "lavar" se les da tan bien. Que no es que vaya a cambiar mucho, ya que internamente la podredumbre sigue instalada, pero al menos, mostrar un mínimo de voluntad política.
Pero nada de esto parece inmutar al (sr.) Rajoy ni a sus militantes, que están dispuestos a fastidiar todo lo que haga falta y más, con tal de seguir ahí.
Deberíamos repasar lo que supone representar a la ciudadanía y hacer por la democracia, porque ya nada tiene sentido.
Comentarios
Publicar un comentario