¿Aprendemos del Pasado?.



¿Quieren provocar otra depresión?.

"Hace años decía que no sería posible que se repitieran
los errores de la crisis de 1929. Me equivocaba."
Esto lo dice, J. Bradford DeLong, (profesor de Economía en la Universidad de California en Berkeley e investigador asociado en la Oficina Nacional de Investigaciones Económicas de los Estados Unidos), "que pensaba que aprenderíamos del pasado, no cometiendo los mismos errores". (Leer artículo). 


Sea en el ámbito que sea, ¿es que el ser humano es capaz de aprender de los errores?

Está claro, que cualquier ser con un mínimo de coherencia o sentido común, o aún siendo de los más testarudos, inconscientes y arrogantes, (¡que los hay!); aunque sea por las propias consecuencias y sucesivos efectos dañinos que se revierten, como digo, cualquier ser 'normal' aprendería a esquivar y dejar de cometer los mismos errores

Así que la respuesta es clara y evidente: 
Si los gobiernos se empeñan en recorrer el mismo camino, es porque así lo desean.

Ahora habría que pensar, el porqué de esta actitud. 

Otra respuesta clara y evidente:
El avance y desarrollo que en ciertos momentos de la historia se han llevado a cabo, no han salido nada baratos para las sociedades del mundo. Y se han puesto en práctica, esclavizando a los pueblos, llevándolos a una depresión y ahogándolos, consiguiendo el aporte general a las bravas, ya que de otra manera no se conseguirían los recursos necesarios, y mucho menos justificarlos; como es la mano de obra barata, reducir el gasto de los estados al mínimo, consiguiendo una máxima rentabilidad para invertir en aquello que pretendían, sin importar las consecuencias para los pueblos. 

De hecho, les ha dado igual "montar" un par de guerras mundiales. 

Hoy por hoy, los gobiernos y los poderosos del mundo, continúan pensando que ese es el camino para el desarrollo. 

Es incongruente, irónico y triste, pensar que se puede alcanzar algún tipo de avance o desarrollo, aplicando 'herramientas' como el sometimiento, el miedo, la pobreza, las desigualdades o la explotación de todo recurso. Pero ahí están, aplicándolas como siempre, sin que el pueblo sea capaz de negarse o cambiarlas. 

Y es que, el ser humano no es que no aprenda, sino, que no pone en práctica aquellas herramientas que sí consiguen educar convenientemente, con un aprendizaje sano y saludable, que aporten otro tipo de pensamiento; más constructivo, solidario, responsable y respetuoso, logrando un desarrollo equilibrado y sostenible. 

Se hace duro, el pensar que cuánto más avanzamos, menos humanidad queda en nosotros. Como si los dones con los que la Naturaleza nos ha dotado, dejaran, poco a poco, de existir, para convertirnos en seres sin alma ni sentimiento. 

¡Vaya desarrollo!. :-( 

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