El humano y su rebeldía.
"Todo acto humano, la desobediencia en el paraíso, o cualquier otro, interfiere la voluntad de Dios" . ... De existir un dios y toda su obra, es de ingenuos el pensar que podríamos interferir en su voluntad. De tener una voluntad propia, todo sería como quisiera que fuera...sin un punto ni una coma fuera de lugar. Otra cosa es su descontento o tristeza por los pasos que damos. De ahí que exista el libre albedrío y el amor: dos conceptos imprescindibles, únicos para abrir las puertas a todo el sentir que la vida puede ofrecer, pero al que poco hacemos por acercarnos, desgraciadamente. Así que si dios desea algo, es el poder experimentar la vida, tal y como lo hace cualquier otro ser: día a día, con incertidumbre, e intentando aprender de los errores y sobrevivir. La diferencia con el humano, es que él, al ser el "todo", siempre hará lo posible por mejorar y aprender del pasado, y no como el hombre y su absurdo carácter.