Sin Justicia, ¿qué crece?
Nunca mejor dicho, manada de salvajes. Pero eso sí, [...] "La Audiencia de Navarra les impone condiciones en caso de que paguen la fianza, como no poder salir de territorio nacional, les retiró el pasaporte, no se pueden acercar a Madrid donde reside la víctima y deben comparecer ante un juzgado cercano a su residencia tres veces por semana".
Bueno, otro ejemplo es el famoso teléfono al que se puede llamar y no queda reflejado en la factura.
Todo esto es muy prometedor y da una seguridad pasmosa a las víctimas. Seguro que la ciudadanía está muy tranquila y puede salir a las calles sin temor alguno, al comprobar el "grado de seguridad que ofrece tales medidas por parte de la Justicia y el Estado".
Me pregunto, ¿qué ha de ocurrir para que la sociedad deje de comportarse como energúmenos, o para que la Justicia funcione?. Y lo más importante: ¿qué necesita el ciudadano (votante, ante todo) para exigir al Estado una cultura social cívica?.
Bueno, yo ya me adelanto y propongo el que sea el propio ciudadano el primero en comportarse cívicamente. De ahí ya parte la idea de a quién se pone a gobernar (si es que hay alguno) y de hacer que se cuide y se proteja una cultura social que abogue por el bien común, y no para criar salvajes y escoria.
Es imposible que nada funcione de manera correcta, si no existe la educación necesaria, ni se hacen cumplir las leyes.
Si los que deben dar ejemplo, (dirigentes, ante todo, y adultos en general), resulta que son un desastre, lo que se crea a partir de esto nunca puede ser nada bueno. Es imposible que lo sea. Es un lastre para todos. Y es imposible que no seamos conscientes de ello. Muy tonto hay que ser. Pero, muy tonto. Sin embargo, de boca para afuera, todos somos unos fuera de serie. Solo hay que ver el mundo y lo bien que va. Es para sentirnos satisfechos y orgullosos, ¿verdad?.
La evolución cívica está claro que no nos afecta. Pero esto no es lo peor, sino que lo vemos como un éxito y un logro el que así sea.
La cuestión es que tenemos remedio. Y es triste que el motivo de ello sea la falta total de conciencia. Nos da todo igual.
Nos gusta saltarnos las normas; el tener influencia y sacar partido de ello; el engañar y pisar a los demás con tal de subir de nivel (...que ya ves tú qué nivel: el de escoria); hacemos lo que sabemos que está mal, porque así nos sentimos más importantes y espabilados que el resto que sí cumple las normas y es buena gente.
Así son las cloacas en las que vivimos, y pretendemos que de ahí surja una sociedad educada, responsable, comprometida y humanista.
Si... ¿Y qué más?.
Año tras año nos vamos superando.
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