Conciencia de Vida
Lectura de la carta a los Hebreos 9, 11-15
Hermanos:
Cristo ha venido como sumo sacerdote de los bienes definitivos. Su «tienda» es más grande y más perfecto: no hecha por manos de hombre, es decir, no de este mundo creado.
No lleva sangre de machos cabríos, ni de becerros, sino la suya propia; y así ha entrado en el santuario una vez para siempre, consiguiendo la liberación eterna.
Si la sangre de machos cabríos y de toros, y la ceniza de una becerra, santifican con su aspersión a los profanos, devolviéndoles la pureza externa, ¡cuánto más la sangre de Cristo!, que, en virtud del Espíritu eterno, se ha ofrecido a Dios como sacrificio sin mancha, podrá purificar nuestra conciencia de las obras muertas, para que demos culto al Dios vivo.
Por esa razón, es mediador de una alianza nueva: en ella ha habido una muerte que ha redimido de los pecados cometidos durante la primera alianza; y así los llamados pueden recibir la promesa de la herencia eterna.
/> De la Creación brota todo, y si dispone que algo de lo Creado se dispone para que sirva de mejora de la comprensión en los seres humanos, cuánto más podrá hacer, si lo que dispone es a un mediador, entre este mundo y Todo lo demás, que diga de propia voz y ejemplaridad, del camino a seguir para alcanzar la plena conciencia de lo que significa la Vida y lo que esperar de Ella. Así como lo que deberíamos ofrecerle nosotros, y que Todo se a Uno.
Es tomar conciencia de que la Vida es mucho más de lo que hacemos a diario en este mundo/sociedad que hemos creado.
Imagen: kalyanayahaluwo (Px)
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