Lecciones pisadas (XL Semanal)
Carta de la semana en el XLSemanal de este Domingo, 28 de Julio/13.
El lector nos recuerda que tener unos principios dignos, hace al hombre marcarse metas y luchar con ellas con todo el ahínco, pero que nuestros dirigentes consideran que no solo no son necesarios, sino peligrosos, ya que dotan al ser de libertad de elección y responsabilidad de actuación. Aspectos negativos para la supervivencia de su casta. Así que, ¿qué hacen?.. Pisarlas y mostrar que con dinero y poder se llega más rápido allá a donde se supone que se quiere ir. Pero se guardan, que nunca se podrá llegar más allá. No se fijan las bases necesarias para ello, y que a la larga, se paga.
Cosas como, "el trabajo dignifica al hombre" o "lucha por lo que quieres"; son objetivos, lecciones y enseñanzas que se han quedado obsoletas por el poco apego y relevancia que se le da. Porque, ¿quién es uno, o qué da sentido a su vida?. Pues, la razón.
La existencia de una razón que mueva nuestra vida y que guíe todos nuestros esfuerzos en hacer efectivos su cumplimiento.
Hoy no hay razones morales ni cabales, para casi nada. La única razón que cobra vida y coge cada vez más fuerza, es la económica o la del poder. Y con éstas nos encontramos completamente perdidos, desubicados, nublados, ..
Unas simples reglas básicas que ofrecieran la estabilidad necesaria para andar, sabiendo por donde se hace, ya valdría para 'sabernos nuestros', pero el sistema vive, precisamente, del desconcierto y la duda ciudadana. Eso engendra miedo. Y con miedo, los pasos a querer dar se debilitan, porque se les retira el ingrediente fundamental: La fuerza que da creer en uno mismo.
Ahora solo creemos en aquello que el dinero o la influencia, puede establecer su fuerza. Esto marca el nivel moral de la sociedad.
"Vales por lo que tienes y no por lo que eres". Y la cosa es, que no se es nadie si no se tienen unos principios y unos valores que substenten aspectos tan importantes, como el Honor, la Dignidad, la Responsabilidad o la Cordura.
Las 'tripas' con las que hay que vivir hoy, hay que tenerlas absolutamente destruidas e insensibles, para que tanta mierda no nos llegue a afectar.
Incapaces de sentir el mal que nos rodea, o de hacerle oídos sordos, lo mismo da; estamos demostrando lo muertos que estamos en vida. Lo que no deja de ser la peor de las plagas para la humanidad. Se carga la Esperanza y las ganas de hacer las cosas mejor. Se carga la ilusión por creer en un mañana con futuro. Se carga el optimismo con el que la humanidad quiere avanzar.
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