La libertad de expresión "nos da alas".

[...] Este artículo quiere poner de manifiesto y recalcar el derecho legítimo a la libertad de expresión del que goza todo ciudadano, pudiendo mostrar sus ideas y opiniones en todo momento

Esto es así, porque se recoge en la Constitución Española, y que fue establecida -en libertad de expresión y consenso democrático- en el referéndum de 1978.

Si, esa misma Constitución que muchos ningunean y pisan sin más, por el mero hecho de salirse con la suya y sacar el provecho propio. 

Y está bien el podernos expresar libremente y sin reservas. De hecho, debería llevarse a cabo en cada hogar, en cada comunidad de vecinos, en cada barrio, municipio, autonomía y país del planeta. Y ya puestos, en el universo; por aquello de que 'no estamos solos'. 
Que todos, absolutamente todos, pudiéramos expresar nuestros deseos e ideas. Seguro que el entendimiento entre padres e hijos, hermanos, vecinos y conciudadanos del mundo, sería todo un éxito; una gloria; un gran ejemplo de civismo y cordura social. Pero, me da mi, -no se porqué-, que esto no iba a ser así. 

La sociedad no tiene voluntad propia, siempre hay que movilizarla en cualquier sentido. Habría que ver quién mueve los hilos en cada causa; quién es capaz de manipular al resto y con qué intenciones. 

El ciudadano, en su mayoría, (y aunque no guste oírlo), no tiene opinión, personalidad ni carácter propio. Su pensar es el de otros, dejándose llevar por la rebeldía o falta de convicciones, más que por la razón; siendo al final, cuando venimos a echarnos las manos a la cabeza por aquello 'conseguido', sin haber pensado antes en las consecuencias. 

Nos tomamos va vida como un juego, exigiendo responsabilidad y respeto, pero sin ofrecerlo. 

Tal es el grado de hipnosis, que llega a importar más un resultado deportivo, que los desahucios, la miseria, el hambre, las bajas pensiones y sueldos, el desempleo, las condiciones laborales, el sangrante pago de impuestos, ..etcétera, a lo que todos nos acomodamos, porque no hay nadie que pueda movilizarnos masivamente, en ese sentido. Que, por otro lado, qué pena que tengan que ser otros quiénes nos tengan que indicar que lo hagamos. Pero, así somos. 

Sin embargo, para realizar fechorías o actos de rebeldía, ahí que nos apuntamos. 

La libertad de expresión es un derecho muy importante, pero como tal, también tiene sus deberes si se quiere conservar con 'buena salud'. Y es esto, precisamente, lo que menos hacemos

Todo lo que exija responsabilidad y esfuerzo solidario, lo desechamos de nuestras tareas diarias, sin pensar, que es ese hacer el que nos permite forjar un mejor futuro, lleno de valores con conciencia. 

Si el mundo sigue así, cada cual clavando la bandera que más le va, terminaremos como siempre, matándonos los unos a los otros, como animales salvajes.

Esta muy bien eso de reclamar y acogerse a la libertad de expresión, pero siempre que venga desde el respeto, la responsabilidad, la cordura y la educación. De no ser así, dejará de tener sentido, porque el gusto no se le puede hacer a todos. Hay que mirar más allá y velar por el futuro de todos, no por el de unos cuantos. Y esto es lo que parece que la sociedad no termina de entender.

No es cuestión de recurrir a sanciones ni tirones de pelo, sino de entender que todos somos uno, y que eso nos hace más fuertes, más eficaces y mejores humanos. 
Los himnos son un símbolo de unión del pueblo. Es parte de su señal de identidad y su cultura. 

Da igual que fuera el catalán, el vasco,.. o cualquier otro, "democráticamente elegido". Su menosprecio es un insulto para todos, incluso para aquellos que así se expresan, aunque ni lo sepan ni sean conscientes de ello. Porque, ¿quiénes somos?; ¿qué representamos?. 

No todo debería valer, porque si lo hiciera, la humanidad no tendría futuro. La autodestrucción parece que gusta, aunque, en realidad, solo es el reflejo de una inmadurez intelectual y cívica. Es la debilidad de carácter que impide el buen desarrollo, secando todo lo que toca. 

Somos como críos maleducados y mimados, a los que solo les gusta salirse con la suya. Si, tenemos derecho a expresarnos en libertad, menos mal, pero no podemos pretender hacer lo que todos queremos. Para empezar, porque para eso es imprescindible "saber lo que se quiere y valorar sus consecuencias". Y segundo, porque todos vamos a querer cosas diferentes, y a saber con qué sentido.
España sufre un gran retraso gracias a nuestros políticos, que son los primeros en dar un ejemplo pésimo en conducta y pensamiento, y a lo que la sociedad responde con su apoyo. 

Así es imposible pretender alcanzar un bienestar y una estabilidad con futuro.

Olvidamos muy fácil las grandes dificultades que hemos tenido que sufrir para llegar hasta aquí, y cierto es, que los políticos tienen la mayor parte de responsabilidad en este fracaso. El poder y los privilegios les ciega y convierte en parásitos del sistema, corroyendo y enfermando sus entrañas, así como las de sus ciudadanos; a los que hay que guiar, no que se pierda en vanidades, sin saber luchar por aquello que sí importa, sin tener que esperar a que alguien se lo indique. Y menos, para 'bailarle el agua' al espabilado de turno. 
Así es imposible pretender alcanzar un bienestar y una estabilidad con futuro. 
Vamos a terminar muy mal, ya veréis. 
Y ya no es que no aprendamos de los errores, es que tampoco de los sufrimientos. Debe ser que la inteligencia nos sobrepasa tanto, que hasta se nos pasa de largo.

¡A ver si despertamos, que hay toda una prole a la que educar y sacar adelante!. 

Si no es por nosotros, al menos por ellos, que no tienen culpa de nuestro acomodamiento y falta de responsabilidad y compromiso. 

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