Impedir fotos a imputados.


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Y seguimos con el Derecho a la Libertad de Expresión.

El PP no quiere fotos de imputados. 

Di, que como la mayoría pertenecen a sus siglas, (más los que caigan), no es de extrañar. Aunque, hay de toditos los colores. Es el arco iris del ejemplo a seguir de nuestros dirigentes. Un abanico de colores y posibilidades, con el que pretenden educarnos.


Ya dice el dicho, "vale más una imagen que mil palabras", con lo que la dificultad que se les origina para tratar de convencer y engatusar a la sociedad de que la honorabilidad de sus miembros, actividad y gestión son las adecuadas, pues se convierta en una tarea casi vana.

Pero, eso es lo que tiene el no llevar al día valores como la integridad, la transparencia o la verdad; siendo la desconfianza la que reine.

Ser imputado supone acusar formalmente a alguna persona a tenor de unas pruebas de un delito. No es un simple llamamiento como testigo de un delito.

En Rusia se suele decir que "con mentiras llegarás muy lejos, pero no podrás volver atrás". O sea, que lo que está hecho, saldrá a la luz, tarde o temprano, por muy lejos que hayas llegado en tu profesión. Y ser imputado son siempre palabras mayores con las que hay que apechugar.

Pues, cuando se escudan en la pérdida de honorabilidad, (al ser condenados por la sociedad, prácticamente, al ser imputados sin que aun sea probatoria una condena en firme), decir que la sociedad reacciona ante la noticia, según el comportamiento del imputado, las informaciones vertidas por todas las partes y la verdad o la mentira, en general, que se desprenda.

Cierto es, que las imágenes impactan y se quedan en la retina con mayor facilidad; pero todas. 
Es decir, también aquellas que protagoniza el imputado de turno, intentando explicarse. Porque, a cualquiera nos puede pasar, y ser injustamente acusados, sin que tenga que ser cierta tal causa. Siendo solo la verdad, la que nos salve de las garras de la injusticia social y el mundo.

El pasar por las penurias y el camino tortuoso que supone el ser imputados, es un precio que hay que pagar y que viene inscrito con el propio hecho del delito, siendo el trabajo de investigación y rigor profesional, el que tenga que esclarecer toda la verdad e intentar que se haga justicia. Además, por supuesto, de limpiar el buen nombre del acusado, -de ser ese el caso-, y dejar restablecida su honorabilidad.

El tratar de esconder las consecuencias que acarrea el ser imputados, es como decir que un juez implica y acusa a cualquiera, sin razón ni base alguna. Cosa que podría darse, pero que no ocurre, porque hasta un juez, (y por mucho poder que tenga), debe justificar cada decisión con datos objetivos y claros, minimizando al máximo los márgenes de error. Que otra cosa será, poder demostrarlo, sin ninguna sombra de duda, y que paguen su condena.


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