A mayor conocimiento, mayor responsabilidad.

Desarrollo en equilibrio

Carl Sagan
"La imaginación nos lleva a mundos que nunca fueron; pero, sin ella, no vamos a ninguna parte".
- Muchas veces imaginamos sitios o sucesos de los que no conocemos nada, ni podemos hacer que se produzcan y, sin embargo, o sí que suceden, o sí terminan dándose en algún momento. 

Se resalta la importancia de la imaginación, como herramienta poderosa para crear, buscar y hallar respuestas. Es una fuente de inspiración para "llegar a dar pasos, a pesar de la inseguridad que se siente ante la incertidumbre". Y los damos aún así. 
Se podría decir, que la imaginación nos ayuda a visualizar lo que aún no se conoce y a hacernos una idea de los posibles sucesos. Cuando se llega a creer en ello, es cuando sale el valor (ante la necesidad de una mejora) y se da el paso hacia lo desconocido. Por eso la imaginación no debería faltar nunca. 

El problema llega cuando pretendemos que, por el propio hecho de imaginarnos algo, eso vaya a suceder. 
Es importante partir de una base sólida y lo más realista posible, porque de lo contrario, el imaginar se convierte en un impedimento para experimentar la vida de manera sana, realista y constructiva. 

Estrellas
(stux/Pixabay)

Natalia Vartán
"Mirar las estrellas siempre es bonito; pero hacerlo comprendiendo lo que ves, lo vuelve absolutamente fascinante".
- Creo que si añadimos la humildad y respeto a la ecuación, nos daremos cuenta de que no hace falta saber más allá de lo que la Vida nos ofrece.
 
El por qué de esto, es el hecho de sentir la Vida tal y como es; absorbiendo su saber y respetando su carácter. El querer saber más, siempre nos trae mayores problemas. Y no exagero. Si miramos la historia podemos observar que cuanto más sabe el hombre, más se destruye y más se pierde. 

Lo que sí es importante, es el saber vivir en equilibrio con la Vida. Y para esto sólo hace falta respetar su naturaleza. Es decir, las leyes que rigen en Ella. Y esto es algo que hacemos cada vez menos. 

A día de hoy, a pesar de los avances y el crecimiento, nuestro comportamiento es cada vez más incívico. Y no solo esto, sino que a pesar de los millones de personas que pueblan el planeta, estamos más solos y perdidos que nunca. Todo es aparente, mientras que la realidad se esconde bajo toneladas y toneladas de miedo, inseguridad, ego y sinrazón. 

En definitiva, creo que el ir más allá, mientras no se está preparados para ello, es un fracaso absoluto. Y no se está preparados, porque la cultura que se ha de transmitir se ha hecho cada vez más insulsa, insípida... Se le ha ido despojando de los nutrientes que la convertían en el alimento perfecto para el crecimiento. 

Todo tiene un tiempo y una forma, (como la propia Vida no deja de indicarnos), y lo que no dejamos de hacer es "huir hacia adelante", sin entender lo que falla y hacemos mal. Confundimos el destripar y el utilizar lo que se encuentra, con el Conocimiento y el Desarrollo, cuando lo único que hacemos es crear vacíos y grandes lagunas en el pensamiento, que impiden sentar unas bases sólidas y la capacidad para hacer posible un avance sano y sostenible con la Vida. 

La mejor manera de crecer en sabiduría, desarrollo y equilibrio, es a través del Amor a la Vida. De ahí parte todo un universo en perfecta armonía. 

Está claro que siguiendo ese camino, el conocimiento llegaría solo. El hombre está hecho para pensar, razonar e imaginar. Pero, ante todo, el hombre es un ser filosófico. Esa es lo que marca la diferencia con el resto de especies. Y es eso lo que nos impulsa a saber el porqué de todo. Pero olvidamos la regla fundamental de la Vida: respetar sus leyes y vivir de acuerdo con su equilibrio natural

Está claro, que el hombre no sabe respetar ni sus propios principios. Y eso, hace que seamos el peor virus para la existencia de la Vida y su evolución. 

La Vida nos enseña a que la unión es fundamental. Así que la base de todo lo que el hombre es capaz de realizar y pensar, debería conservar ese principio tan básico. Pensar y compartir toda información es la regla principal de la Vida. Nosotros no deberíamos despreciar tal condición, puesto que somos producto de esa Vida. Le pertenecemos. Y existimos para poder hacer que se desarrolle y evolucione, no para ser unos toca pelo..., creadores de caos y sinsentido. Pero, es eso, precisamente, lo que nos empeñamos en ser. 

Según dicen, poseemos unas 100 mil millones de neuronas en el cerebro. Todas trabajan en equipo. Comparten en todo momento la información que recogen. Esa información es procesada y repartida por todo el sistema neuronal, haciendo que todo el cuerpo pueda funcionar de la mejor manera (dentro, claro está, de los parámetros que regalamos a nuestro cuerpo. 
Pues, esto mismo es aplicable al Planeta, el Sistema Solar, la Galaxia, ...y así, con todo el Universo. Lo mismo que ocurre con el universo interno que toda forma de Vida posee. 
Es decir, todo lo creado funciona compartiendo la información, adoptando los cambios precisos, y funcionando como un solo cuerpo. 
El hombre, como individuo, no. 
El hombre va por libre. Se apodera y aprovecha de todo este sistema de Vida, exclusivamente para su uso personal. Y si en algún momento contribuye con la Vida, solo es porque se ve obligado a ello, por su propia existencia. 

En resumen, lo que quiero decir, es que la humanidad debería existir para pensar y actuar en unión, respetando las leyes de la Vida y el equilibrio natural. 

No estamos aquí para no morir nunca, ni para terminar con los recursos que la Vida nos ofrece en pos de una supuesta colonización del espacio, ni para pisarnos los unos a los otros, ni para inventar una tecnología que no deja de destruir el equilibrio de la Vida. 

Siempre seremos un fracaso de especie, puesto que no hacemos nada de lo que la Vida nos enseña. ¡Nada!. 
Pero, eso sí; cuando estamos con el agua al cuello, es que reclamamos armonía, paz, unión y responsabilidad. 

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