Si partimos de la base, de que "necesitamos muy poquito para vivir y guardar un equilibrio con la vida"; lo que nos reporta felicidad y armonía: ¿por qué, entonces, nos empeñamos en llevar una vida, llena de sufrimiento, estrés y destrucción?. "Saber, sabemos". Por tanto, no es cuestión de aprender, sino de "querer". Lo que supone un gran problema, porque la sociedad ha sido embaucada y educada hacia una vida llena de comodidad y mínimo esfuerzo, a lo que nos acoplamos de maravilla y sin reticencia alguna. Esto nos deriva, inevitablemente, a dos consecuencias principales: 1. Vivir de rodillas ante un sistema que nos "chupa la sangre", nos usa y tira, cuando ya no le servimos. 2. Explotamos el planeta y acabamos con sus recursos. Y, aún así, siendo conscientes de ello, (a nada que pensemos un poquito), esto ya no hay quien lo pueda cambiar. Y ya no es solo cuestión de los gobernantes o las leyes. Es que los propios ciudadanos nos negamos a renun...