Tarjetas "black": una estafa



TARJETAS "BLACK":
"La gallina de los huevos de oro"


Extracto de la noticia:

El exjefe de la Casa del Rey ha coincidido con la mayoría de los directivos que han desfilado ante Andreu en sus principales argumentos de defensa: la tarjeta "black" era parte de su retribución junto al salario fijo y al variable, era distinta de la de representación (cuyos gastos sí tenían que justificar y que no permitía retirar efectivo), Caja Madrid era la titular y la responsable de su tratamiento fiscal (por lo que no se preocuparon de ello), Blesa era quien decidía quién tenía tarjeta y con qué límite, las entregaban Manuel Gutierrez (director de medios) primero, y Sánchez-Barcoj después, y sacaron dinero en efectivo para agotar todo el saldo al que tenían derecho.



- Si era parte de la retribución salarial, tendrían que haberlo declarado.

- Las tarjetas van dirigidas a "un tipo determinado de personas". No las daban a cualquiera. Lo que tiene mucho que ver, con los cargos que se ocupan, que son muy específicos, por no decir, precisos.

- Según indica el propio Spottorno, "no sacó dinero del cajero, durante el primer año, porque pensaba que no se podía".

Y no me extraña.

Un dinero que te dan para gastar "sin declarar", es obvio que no puedes retirarlo por los cauces o métodos legales.


- Que la caja se haga cargo de fiscalizar los gastos de las tarjetas, no exime al interesado de firmar el trámite legal de las mismas. Si no, a cualquiera nos podrían meter unos gastos que nunca hemos tenido.





Por tanto, no se a que viene tanta pérdida de tiempo, recursos y dinero, cuando es obvio que todo es una estafa con la que se extorsiona y se 'engatusa' a ciertas personas, para que callen, obedezcan y otorguen. 

Si nuestra España estuviera gobernada por gente responsable y honorable, no tendríamos la gallina de los huevos de oro; ¡o sí!, pero seguro que "otro gallo nos cantaría". 



Comentarios

Entradas populares de este blog

El sentir del alma (Benedetti)

La rueda de la vida (E. Sabato)

Aborígenes del mundo

Si no se vive el presente, no se está vivo.

Abrir el corazón, duele (Benedetti)

Destino (Ernesto Sábato)