Ayuda a los 'MENAS', todo un negocio

El negocio detrás de los MENAS

Los 4.700 euros que dice Vox que cobra cada MENA, no son para ellos, sino para las organizaciones que se encargan de ayudarles

Detrás de las ayudas solo hay un negocio, como con todo lo que el Estado realiza.

Cada ONG o cualquier organización que se dedica a la ayuda  de otras personas, no son más que un negocio: ganan más los que la conforman, que aquellos a los que se supone que va la ayuda. 
Y claro que menos da una piedra, pero no se puede basar siempre el desarrollo y mejora de la sociedad en base a la mediocridad, porque nunca dejaremos de ser eso mismo: una sociedad mediocre que no quiere mejorar. 

Pero volviendo a la ayuda a los menores extranjeros no acompañados (MENA), la cuestión es, ¿va a repercutir positivamente en la sociedad?.
¿Supone ese gasto un un grave problema para la economía del país?.

Pues no.

Y si preocupa tanto el gasto, ya podríamos terminar con la corrupción que está instalada en el Estado (en sus organismos, instituciones y responsables), porque eso sí que es un tremendo agujero negro que merma las posibilidades del país y el futuro de su gente. Por esto es que siempre estamos endeudados hasta las cejas y pidiendo dinero a Europa. 
Aunque, también es cierto, que es el sistema que el Estado se tiene montado. 

Gracias a la deuda, el ciudadano puede ser manipulado, sometido y acobardado. 
Eso se hacía antes, sin estar en la Unión Europea, y se sigue haciendo hoy, estando en ella. La diferencia, obviamente, es que la deuda que se necesita hoy es infinitamente mayor que antaño, ya que hay que llenar las arcas de un fondo europeo y las propias. 

Es decir, si en los países de origen se dieran las condiciones normales que cualquier sociedad civilizada, -y dentro de un mundo civilizado, donde el bienestar de todos los habitantes del planeta fuera lo prioritario-, está claro de que no existiría ningún negocio (permitido por la ley o fuera de ella) que se pudiera aprovechar del sufrimiento ajeno

Trata de mujeres, vientres de alquiler, niños adoptados, tráfico de órganos, armas, droga; migración irregular, pobreza, hambre, guerra, delincuencia, corrupción, injusticia, ... Todo existe porque hay un negocio detrás, del que el primero en lucrarse son los propios Estados. De no ser así, nada de eso sería viable. 

No importa de donde provenga el dinero, porque lo que prima es el poder y la manipulación de la sociedad. 

Todos quieren hacer política en base a estos problemas y el sufrir de la gente, pero eso no está bien. Y el que el ciudadano lo permita y apoye con su voto, es peor aún. Unos por otros, y el mundo siempre mal. 

Está claro que vamos a peor, ya que no tendría que existir excusa alguna para que todo esto se siga dando. Sin embargo, pasan los años y todo sigue funcionando igual. 

Estos menores no deberían estar sin familia, pero ese es el trato muchas veces. 

Las comunidades autónomas aprovechan a tener su buen número de ellos, porque así las ayudas del Estado son mayores. Y no solo interesa el repartirse el dinero entre las diferentes organizaciones, sino que se les adoctrina hacia unos ideales políticos y al aprendizaje de una lengua concreta, lo que da mayor poder y relevancia a dichas comunidades para pedir más dinero. 

Esto permitirá en el futuro, que ese poder doblegue al ciudadano español a cumplir con las exigencias de dichas autonomías, creando desigualdad y diferencias sociales. 

Los españoles seremos extranjeros en nuestro propio país. 

Será más fácil conseguir un trabajo en el extranjero sin que se nos exija el idioma de ese país, que hacer lo propio en España, yendo a otra comunidad autónoma, siendo español y hablando el idioma castellano; porque se exigirá que se hable la lengua de esa comunidad en concreto y que se cumpla con los requisitos propios que a cada comunidad le de por poner. 

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