Día de los Difuntos
Todo está conectado y siendo energía
Lectura de la primera carta del apóstol san Juan 3, 1-3
Queridos hermanos:
Mirad qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues ¡lo somos! El mundo no nos conoce porque no lo conoció a él.
Queridos, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque lo veremos tal cual es.
Todo el que tiene esta esperanza en él se purifica a sí mismo, como él es puro.
/> Hoy, Día de Los Difuntos, honramos a aquellos que ya se han ido de este mundo, y que, aunque no todos son reconocidos como santos (como también ocurrirá con nosotros y las generaciones venideras), sí que existen buenas personas que han llevado una vida como tal.
Personas con una humanidad extraordinaria, humildes de carácter, honrados, trabajadores, siempre dispuestos a colaborar y a hacer el bien.
No son muchas estas personas. A veces, se llegará al fin de la vida en este mundo, sin haber tenido la oportunidad, el honor y la inmensa suerte, de haber conocido a alguna de estas personas "buenas" de verdad.
Pero, sea como sea, Todos somos, no solo Hijos de Dios, sino, Dios mismo.
Si existieran unas lentes (gafas o aparato), capaces de ver todo lo que miramos a escala cuántica, sólo veríamos "cuerdas onduladas vibrando" y compartiendo energía. Porque, Todo es energía.
No veríamos formas físicas en sí, sino "cuerdas ondulando y vibrando entre ellas".
Es decir, que todo lo que existe, está interconectado y forma parte de un solo elemento, forma, o estructura.
Esto significa, que todo incide y afecta en todo.
Significa, que nada es, en sí mismo, algo ajeno e independiente a lo demás, sino que está unido a todo.
Si comprendemos esto, también seríamos capaces de ver la necesidad imperiosa de aprender a comportarnos de la mejor manera posible; porque eso afecta a todo y todos.
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