J. Cortázar: Un libre albedrío que engancha.

Julio Cortázar

"Somos tan complicados, nosotros, tan llenos de misteriosos resortes, de resonancias secretas, de alianzas y hostilidades, de encuentros y desencuentros... Jugamos un ajedrez casi demoníaco y maravilloso." 

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Un toque de picante a nuestro comportamiento, es lo que le da un grado de éxtasis a nuestra existencia. a fin y al cabo, no el picante no deja de ser una especia que acentúa y potencia los sabores de cualquier alimento. 

Lo de un juego demoníaco, quizás deberíamos saber dejarlo en el punto anterior. Los excesos se pagan, y un grado mayor al picante, es como meternos en un juego enfermizo, en el que es imposible diferenciar lo que es sano, de lo que mata y destruye.

Somos seres con unos dones maravillosos, pero que no aprendemos a utilizar. Ni siquiera, cuando somos conscientes de lo que la Vida supone. Que para eso, se descubren más, y mas información cada día. Pero, ni con esas.

La Naturaleza, en su afán evolutivo y de diversidad, nunca contó toparse con una especie tan sumamente insignificante, que ni siquiera para su propio cuidado y desarrollo, es capaz de dar los pasos correctos. Ni siquiera vamos a pensar en el resto de vida del planeta, y mucho menos, en lo que pueda suponer para el universo. Porque, vale que, en realidad, no supongamos ni el excremento de lo que elimina una partícula para lo que es el universo, pero es que hasta ese excremento, tiene mayor valía y eficacia, que lo que supone la humanidad entera. Así, el ser conscientes de que la vida sea tan maravillosamente complicada y perfecta a la vez, tan compleja y simple en todo lo que supone; es por lo que no debería existir excusa alguna para no cuidarla y disfrutarla en plenitud, sin tanto absurdo comportamiento.