Nacimiento de una estrella
Desde Canarias, el 16 de noviembre de 2011, el telescopio Grantecan (Gran Telescopio de Canarias) asiste al nacimiento de una estrella.
[...] La nebulosa Sharpless 2-106, con forma de reloj de arena, podría ser fácilmente confundida con una nebulosa planetaria bipolar. Nada más lejos de la realidad. Mientras que una nebulosa planetaria representa la fase final de una estrella pequeña (como el Sol), en esta imagen lo que contemplamos es una gran nube de polvo y gas donde podrían estar formándose más de un centenar de estrellas.
Cuando uno contempla tanta belleza infinita, no puede dejar de sentirse un ser muy afortunado, y hasta especial. No por tener ningún don, sino por pensar que "somos parte de tal magnificencia".
Porque, dentro de lo rara, pequeña y vulnerable que es nuestra especie, no deja de brillar la luz de la inmensidad; porque todo lo que existe tiene una relación propia entre sí. Todo es parte integral de una misma estructura.
La Naturaleza ha querido dotarnos de los dones necesarios para poder sentir y admirar la Vida en todo su esplendor y grandeza; y eso nos impulsa a querer saber todo lo posible de Ella.
La Ciencia nos ayuda a ello, por supuesto. Pero no deberíamos dejar de lado, la salud y bienestar del planeta, y de todo lo que en él vive. Y solo existe algo capaz de imprimir ese control en nosotros: el amor.
El amor es un sentimiento que "nos hace querer ser mejores personas".
Esto significa: querer elegir siempre el camino de la verdad y el bien, para dar nuestros pasos por la vida.
Parece algo sencillo, pero cuesta horrores el descubrir personas que obedecen a este patrón.
De hecho, solo hay que ver el mundo como está. La coexistencia es cada vez más difícil de mantener. La Verdad ya no se tiene en estima; lo que importa es conseguir el éxito como sea. Al precio que sea.
Así que, por un lado tenemos la magnificencia de la Vida, y por otro, la ingratitud y capacidad destructora del hombre.
¿Qué nos pasa?.
Tanto amor que pretendemos derrochar sobre los niños que traemos a este mundo, sin tan siquiera ser capaces de construir una sociedad sana.
¿Qué esperamos ofrecerles?. ¿Qué esperamos que hagan ellos?. ¿Quién debería preparar el camino; los que vienen, o los que ya están?.
Es triste no poder avanzar. Y triste es el no poder transmitir lo que realmente importa para vivir.
Comentarios
Publicar un comentario