La infidelidad y el amor

Infidelidad por afecto o por sexo
(Samueles/Pixabay)

La infidelidad puede considerarse por separado: infidelidad sexual o infidelidad afectiva. ¿Hay una brecha de género en sobrellevar mejor una u otra?

Aprendemos Juntos (@AprenderJuntos_)


- El Amor es entrega. 

Se entrega lo mejor se uno mismo. Incluido el esfuerzo, el sacrificio, la dedicación, el respeto, la responsabilidad, el honor, la honestidad...y tantas cosas que las personas, cuando se entregan y aman a alguien, desean compartir; no como un esfuerzo que no quieren hacer o que se ven obligados a realizar, sino como una necesidad interior e imperiosa de hacerlo

Con el resto de animales no pasa lo mismo, (nos explican en este vídeo), pero es que el ser humano es el único animal capaz de tener conciencia del bien y del mal. Es el único capaz de razonar con los demás, de manera cívica y cordial. Bueno, eso en teoría. 

El hombre necesita sentir. Somos sentir. Y si ese sentir no tiene amor, el hombre se siente vacío. Lo que le lleva a la tristeza, depresión y enfermedad. 
No somos como el resto de animales. Somos una raza evolucionada, con el objetivo de crear una especie más evolucionada aún. Cosa que ha sido imposible, y que con cada generación ha ido a peor. Y es que nuestro pensamiento y comportamiento no va enfocado a ello. Dista mucho (es más, va en sentido opuesto) de lo que se necesita para ello. 
La Vida nos enseña cada día los pasos a seguir, pero somos incapaces de querer verlos. 

Amar es el pilar fundamental para que esa evolución se produzca. 
Es a través del amor, que el ser humano puede llegar a ayudar a los demás, considerarlo su hermano, y que el bien común sea el peldaño en el que todos debemos estar. La humanidad estaría unida y nos cuidaríamos entre todos. 

Como digo, eso nunca ha ocurrido ni ocurrirá. Nuestro pensamiento es miserable y no merecemos las cualidades que nos han llegado de mano de la continua evolución. Y aquí estamos. Parados, comportándonos como ignorantes, egoístas y sintiéndonos más perdidos que el barco del arroz. Indefensos, vulnerables y miedosos ante la Vida. 

La evolución mental la hemos parado, haciendo imposible que puede brotar una especie más preparada y excepcional que la nuestra; con capacidades extrasensoriales, por ejemplo, que para eso "solo" hay que desarrollar un pensamiento de unión y percepción de la Vida de manera conjunta. 

Dicho esto, está claro que amar significa otra cosa a lo que hacemos. 

Amar es entregar todo lo bueno y lo mejor de uno. Y cuando se tiene pareja, se supone que se le ama con todo el alma. 

Hacer el amor se convierte en un placer inmenso que nos hace felices. Desde una mirada, un abrazo, un beso...ir de la mano, tener gestos amables, sonreír, pensarse, llevarse dentro aún no estando juntos. Y cuando sí se está, sentirse afortunados por ello. Cuidarse mutuamente, ofrecerse el cariño y el afecto de manera más absoluta, sincera y humilde. 

En el terreno sexual, hacer el amor es diferente que tener sexo. 
Hacer el amor (en todos los sentidos) es la prolongación del sentir inmenso del amor interno que se alberga y unirse en cuerpo, mente y alma. Son dos seres siendo solo uno. Pero uno más grande y poderoso. Ese amor se ve brillar a kilómetros de distancia. Es inconfundible e imposible de contener. 

El sexo, cuando se ama a la pareja, no llega a ese nivel. Es algo diferente. Es más a nivel de cuerpo. Pero si amas a esa persona, además del cuerpo pones la mente. Y eso supone pensar en el bienestar de tu pareja. Es sexo, sí. Pero no el sexo que podrías tener con cualquiera, por muy gratificante que sea. Es más que eso. Porque amar a esa persona, es entregarle lo mejor para su bien y bienestar. Es un sentir mutuo, que va más allá del sexo en sí. 

Por tanto, no es sexo sin más. Es tener sexo con la persona que amas más allá de tu propia vida. 
Es entregar tu cuerpo a la persona que amas, y ese vínculo que se forma, no se puede llegar a él de ninguna otra manera. En este caso, es la unión de la mente y el espíritu. Es depositar una confianza absoluta, tanto a nivel afectivo, como emocional. 

Así que pensar que se puede ser infiel como el resto de animales, es poner de manifiesto lo alejados que estamos de entender lo que es amar. Y lo que es peor; es la certeza absoluta de que no hemos sentido jamás lo que es el Amor. Un don tan precioso y preciado, que solo necesita de la humildad para poderlo tener. 
Y esto nos pasa en todos los aspectos de la vida. La soberbia hace que nos perdamos todo lo bueno que la Vida nos regala. Y así tenemos el mundo, la sociedad y las relaciones humanas: todo manoseado y desprovisto de una entrega saludable y comprometida. 

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