España y sus miserias
El auge de Vox en las encuestas le daría fuerza para entrar en ocho gobiernos autonómicos
Bueno, ahora está en boca de todos ese partido ultraderechista, Vox, como si fuera una aberración, haciendo que la sociedad quede perpleja e indignada de su continuo ascenso y con quiénes lo apoyan.
Es la misma sociedad que no deja de mostrar, legislatura tras legislatura, (excepto los que votan a Ciudadanos, y ya vemos donde está), su mentalidad extrema al tener solo dos ideologías claras: la de la derecha y la de la izquierda. Eso sí, al menos con lo que se refiere al PP y al PSOE, escudándose detrás del centrismo.
Mucha indignación por parte de ese votante de izquierdas (PSOE o Podemos) con aquellos que, como ellos, perteneciendo a una clase baja, se atreven a votar a la derecha (PP o Vox), cuando resulta que son ellos los que no dejan de votar a una izquierda que no deja de mentir, manipular y corromper a la sociedad, tanto como la derecha. Porque eso les importa un pimiento. Lo único que vale, es "defender una ideología que pertenece a la clase baja y, jamás, ponerse del otro lado".
Y claro, cosa que aprovecha el bipartidismo (PPSOE) para sacar adelante lo que los poderosos les indican.
Precisamente, por ese mentir, manipular, someter, explotar, abusar, robar, ningunear y trapichear con el dinero y el futuro de la sociedad (cosa que nunca cambia), es que parte de la sociedad que pertenece a la clase baja, decide cambiar su voto y confianza a la derecha. Pero como el PP es lo mismo que el PSOE, solo queda la alternativa de Vox. Alternativa que también elije el votante del PP que está harto de que España no cambie, a pesar de tantas promesa y cuentos. Y de ahí, que Vox no haya dejado de crecer desde sus comienzos hasta hoy.
Entonces, ¿quién debería estar indignado con quién?.
¿Acaso hay que elegir y apoyar a quienes no dejan de mentirte, robarte y darte palos, simplemente, porque dicen defender tus intereses, pero que no es así?.
Ninguna formación política será capaz de dejar de defender y obedecer a los poderosos. Teniendo esto claro, lo que habría que intentar es transmitir a los dirigentes, que los españoles queremos dirigentes honestos y comprometidos "con toda la sociedad por igual". Y que si se deben a alguien, es al pueblo.
¿Creéis que eso es posible?.
Tiene gracia, porque cuando se piensa en el pasado de España, nos limitamos a ver el antes y el después de una Transición, (en la que se pasa de una dictadura a una democracia), sin preguntarse en que pasó con todo ese aparato de poder.
Se debe pensar (aliviados) que todos los que representaban ese poder y hacían que España funcionase de una determinada manera, debieron cambiar de manera de actuar y pensar, así, de repente.
Debieron decirse..."oye, ahora que estamos en democracia no tenemos porqué inmiscuirnos con nuestro gran peso y poder sobre el devenir de este país. Eso lo hará el ciudadano (¡por fin!, pobrecico) depositando su voto y eligiendo libremente a quienes quieren que los representen. Nos dedicaremos a llevar una vida tranquila, constructiva, pacífica, ...ayudando a la sociedad a crecer y desarrollarse de la mejor manera. Haciendo por el bienestar común, la justicia y la paz ...y cosas así".
¿Creéis que es eso lo que pasó con esa cúpula de poder?. ¿De verdad lo creéis?.
Tranquilos, sobra la respuesta. Solo con ver el fervor con el que nunca se ha dejado de apoyar al sistema, basta para que la respuesta sea afirmativa. Efectivamente, la ciudadanía (al menos la que vota) piensa que todo partió de cero. Borrón y cuenta nueva. Pelillos a la mar. El ciudadano es el que elije a sus representantes políticos, nada de imposiciones. Que va... eso quedó atrás.
Esto son pamplinas, ¿verdad?.
Pues eso, que está claro que ese poder ha seguido ejerciendo su fuerza hasta nuestros días y nunca dejará de hacerlo. Se lo van pasando de unos a otros, que para eso los adoctrinan.
Esto significa que esa mentalidad radical y extremista (como la de Vox) siempre ha estado en España. El bipartidismo del PP y el PSOE, libremente elegidos, no deja de ser fruto de una mentalidad extremista del votante, al cual no les importa el mal que hacen, solo les importa que su partido este por encima del otro. Y no es extraño, ya que uno representa el poder, la riqueza, la pijería y la clase alta, mientras que el otro, (que dice estar con la clase obrera), representa al currante, el pobre, a la clase baja... Y claro, es lógico que el votante de uno y otro partido, pueda verse identificado en el otro. Y menos aún, depositar su confianza.
Lo que es increíble, es que a pesar de realidad que nos venimos comiendo hasta hoy en día, y que muestra claramente que ambos partidos (y el Congreso en peso) benefician a los poderosos y se aprovechan del resto de la sociedad, sigamos apoyándoles.
No existe PP y PSOE. Existe el PPSOE. Es así de sencillo. Son las caras de una misma moneda. Es decir, obedecen al poder.
De hecho, solo hay que ver cómo está el país a día de hoy, año 2022, sigue existiendo la miseria, el hambre, la corrupción política, el mal ejemplo de los dirigentes, la explotación, el abuso de poder, las injusticias, el racismo, la violencia, el machismo, el paro, la pobreza...
No sé cuántos años más (a criterio del inteligente votante) tendrán que pasar para lograr quitarnos de encima esa mentalidad rancia y podrida que no deja de oler al pasado más decrépito. Pero, estoy seguro de que ese no es el camino.
Por esto, es que no sé a qué viene el asombrarse de que Vox no deje de subir (?!). El radicalismo lo llevamos grabado a fuego.
A una parte de votante del PP y del PSOE, se le ha domesticado de tal forma, que no necesitan ser tan fieles a su formación, permitiéndose el lujo de cambiar de chaqueta (azul o roja) cuando lo ven jodido. Como si eso sirviera de algo (?!). No le basta con ver lo que hacen, lo que mienten y cómo está el país. Y no les basta, porque en su mentalidad solo cabe la idea de que unos son mejores que los otros. Que unos están por encima de otros. Y es que si no se sufre en primera persona las consecuencias de la verdad del sistema, es como si no pasara nada malo.
Podemos, fue un proyecto para atraer a los jóvenes que no querían saber nada de la política. Que pasaban de eso. De ahí que siempre haya sido tan importante el juego con el voto con las personas mayores. Ahora ya no cuentan casi. Es más, con la covid ya han conseguido llevarse por delante a unos cuantos miles. Desde el 2011, ya se dijo que no existe sistema económico que pueda soportar semejante longevidad. Hoy, los tenemos luchando hasta para que los bancos les atiendan personas, en lugar de máquinas con las que no se pueden explicar, ni pedir ayuda. Y pueda que ahora cuele, por eso del voto y el quedar bien, pero en un futuro cercano, el mundo se moverá en lo digital.
Así que conseguir sangre nueva para el voto era fundamental. Sacaron a Iglesias, consiguió la misión encomendada, (para lo que tuvo toda la ayuda posible, aunque no lo pareciera), y se fue. Y con la vida solucionada para el resto de su vida y la de los suyos. No está mal.
Pero, ya que hablamos de extremismos, Podemos es tan radical como Vox, solo que a quienes representa no tienen el poder que ostenta la derecha, por eso se desinfla.
Y claro que hay ciudadanos que gustan del centrismo, pero aquí, la formación política que no toma un lado u otro del tablero, no tiene futuro. Porque España es de mentalidad radical. Una cultura de envidia, celos, soberbia, ego, conveniencia, ira, codicia y, sobre todo, una total falta de escrúpulos lo avala.
A nada que se nos da una vuelta de tuerca más de lo debido, enseguida cogemos el lugar que nos corresponde por ideología extrema. Así que, menos asombro por el éxito de Ayuso o Abascal, y más mirarnos al espejo y reconocer lo que somos en realidad.
En fin. Sólo quería expresar mi visión acerca de la indignación social y lo imposible que se me hace el entender a esta sociedad, cuando "es el propio ciudadano el que hace posible que el mundo sea así".
No se... Se supone que nuestro futuro y el de las nuevas generaciones, así como el bienestar general, debería ser algo a tomarse bien en serio. Pero lo que se ve, es que nos va la marcha. No podemos evitar el pensar que se es mejor que el otro.
Y bueno, pienso que eso está bien para quien lo elije así, pero no para los hijos que se traen al mundo.
Se supone que se les desea brindar lo mejor. Buena educación, valores sanos, crecimiento adecuado, estudios, trabajo, calidad de vida, un techo digno, comida, ropa, ...Vamos, lo que viene a ser una sociedad civilizada, en la que prima la transmisión de lo mejor del ser humano. Cosa que no veo por ninguna parte.
Y da igual que otros partidos lleguen al gobierno, porque tendrán que obedecer a ese poder que nunca ha dejado de existir. Y los españoles no están por la labor de cambiar esto. Además, es imposible. El poder siempre se las ingenia para salirse con la suya. Y con un ciudadano débil, miedoso y falto de dignidad, muy fácil lo tienen.
Quizás a muchos les consuele saber que esto es general. El mundo está hecho unos zorros, porque así es el modelo que el poder implanta. Un poder que cada día está más unido. Un poder que representa un 20% del total de la población mundial, pero ante el que el otro 80% de la humanidad es incapaz de hacerle frente. Y a falta de eso, se opta por sacarnos los ojos entre unos y otros. Justo lo que el sistema quiere: una sociedad dividida por la envidia, la sinrazón y la mediocridad.
Es una mayoría de la población mundial que ni siquiera sabe cuidarse y luchar por el bien de todos. Por el bien de sí mismos.
Si miramos a España, cada día está más dividida y enfrentada. Tenemos la mente tan obcecada en ser más que el otro, que los políticos solo tienen que darnos carnaza para estar entretenidos. Ya me diréis a dónde se quiere llegar de esa manera (?!). Y para colmo, decimos que nos afecta los partidos extremistas y ponemos a parir a quienes les votan.
Comentarios
Publicar un comentario