¿Qué pasa con la muerte?
¿Con la muerte termina todo?...
Se tiende a pensar que la muerte significa el final. Y puede que así sea, pero creo que solo en parte.
A nadie se le escapa, a estas alturas, la inmensidad del universo y la diversidad infinita de formas y elementos de Vida, conformadas a partir de las partículas que lo crean todo.
Es decir, (como ya digo en la publicación anterior), "todo lo que existe tiene su raíz en unas mismas partículas elementales primeras". A partir de ellas, es que todo se va agrupando y formando las diferentes estructuras y elementos de Vida.
Por tanto, no es descabellado pensar, que lo que llamamos muerte, no es más que "volver al tipo de partículas que corresponda", donde su información será recogida, estudiada y actualizada. Con lo que las partículas seguirán su camino, y se agruparán para seguir conformando una nueva estructura y hacer que la Vida continúe existiendo, creciendo y mejorando en lo posible.
Lo que si se pierde es la identidad de lo que somos. Precisamente, está identidad es lo único que realmente somos (y en nuestro caso) como individuos de la especie humana.
Eso se perderá y no sabremos nada de lo que fuimos ni hicimos.
Para la Vida, lo que importa es la información que recogen las partículas y la energía que se desprende de lo que somos y hacemos.
Cuando una forma se crea, ya está registrando información y consumiendo energía. Pero al mismo tiempo, recibe información y energía.
La Vida es un fluir continuo. Es un cambiar constante. Siempre en marcha y con ganas de crecer, evolucionar y nunca dejar de existir.
Pues bien, cuando una forma se crea, no es que tenga una forma determinada de ser u actuar. Entre otras cosas, porque el libre albedrío hace que uno mismo tenga que pensar y actuar como quiera. Eso lo define. Y eso es lo único que toda estructura de Vida puede decir que es suyo. Todo lo demás, pertenece a la Vida, y debe cumplir con las normas que la rigen. De no ser así, nada existiría.
Entonces, al morir, la parte física se descompone (de la manera y el tiempo que sea) hasta convertirse en partículas.
La parte mental, que también es información y energía, también son partículas, aunque no van a donde mismo.
Las partículas del cuerpo físico, no guardan la misma información que las del pensamiento y conciencia.
Esto tiene que ver con lo que llamamos, Cuerpo, Alma y Espíritu.
Es decir, las partículas que guardan la información del Cuerpo (la estructura o elemento que sea) y todo lo que tiene que ver con lo que le afecta: calidad del aire, el agua, el sol, los productos que se consumen, etc. Lo cual habla del nivel de salud que goza el entorno donde ha vivido y hasta la del planeta.
La partículas que conforman el Espíritu, hablan de la energía que se desprende. Si es negativa, neutra, o positiva.
Y el Alma, correspondería a la información que recogen las partículas sobre el equilibrio y unión con la Vida.
Lo que define qué estructura pasará a conformar las partículas una vez se muere, tiene mucho que ver con la información del Alma y el Espíritu.
Y me explico.
Esto es como las personas que estudian una determinada carrera, o las que no estudian; donde no se pueden hablar de conceptos que se desconocen. Para ello se ha de estudiar lo mismo.
Pues al morir, esto mismo debe ocurrir con las partículas. Según el pensamiento que se diera en vida, acerca del equilibrio con lo que la Vida supone, la información registrada hará que esas partículas se unan con otras que han pensado de la misma manera. De no ser así, no habría posibilidad de entendimiento y unión (por decirlo de alguna manera). La posibilidad de mejorar y evolucionar no podría darse. Y la Vida es eso lo que quiere. De no ser así, sería una perdida de tiempo. Y eso es algo que la Vida no se permite.
Con la información del Espíritu ocurre lo mismo. La energía que emana cada estructura, puede ser más positiva o menos, en función del tipo de actividad que se realice. Hay cuerpos que están en equilibrio, mientras que otros consumen más de lo que dan. Y a la inversa.
Pues todo esto hará que unas estructuras evolucionen, mientras que otras seguirán igual, y otras, bajarán de 'peldaño'. Es decir, no llegarán a formar una estructura como la que tenían, sino una más simple. Ya que la información a compartir no llega para más.
Y esto no es que sea negativo. Hay que mirar a la Vida como una estructura global, que lo que desea es vivir y evolucionar. Y para eso es que tiene tal diversidad de formas y elementos de Vida.
Ninguna sobra. Todas son importantes. Y todas tienen la función de servir de sustento. No importa de qué. Todas son indispensables. Solo que los cambios son constantes e imprescindibles, si lo que se quiere es la eficiencia y eficacia máxima.
La Vida, y en este caso, ese ser vivo que todo lo que existe le da forma, (llamado Creador, Dios, Procesador o Cerebro), solo desea aprender, sentir y vivir por siempre. No tiene malicia, ni su voluntad es la de que todo sea como quiere.
El libre albedrío hace que todo sea como quiere ser. Que todo ocurra de manera natural, sin que él actúe para que eso sea de otra manera.
Todo transcurre según los datos que recoge, siendo el primero en sentir buenas o malas emociones. Pero eso es la vida. Eso es lo que quiere. Todo es así, por eso mismo. Porque lo que desea es sentir que está vivo.
¿Existe el cielo y el infierno?.
¿Existen los ángeles, los santos, las vírgenes, los milagros...?.
Quizás todo dependa de la definición que le demos a cada uno de estos conceptos.
Si todo son partículas y energía, y, además, se cree en el amor como sentimiento de unión, fuerza y ganas por sumar y servir a la Vida; está claro que todo puede ser posible. Todo en la Vida está conformado por la acción de las partículas. Por tanto, por poder, claro que todo puede generarse para un fin, o por unas circunstancias específicas.
No creo en un Cielo o un Infierno como el que dicen los textos bíblicos.
Creo en que la vida de cada ser puede ser más agradable y llevadera, o todo lo contrario. Todo depende del pensamiento y la manera de actuar con el que se viva.
Por tanto, se puede vivir en un infierno, o en un cielo. Pero una vez se muere, la Vida lo que desea es ser eficiente y seguir el proceso, para nunca dejar de crecer, mejorar y evolucionar. Así que no veo eso de ir a un cielo o a un infierno de todo paz, o fuego eterno.
Lo que queda son partículas que han de seguir creando nuevas estructuras, en base a la información actualizada que reciben.
El infierno y el cielo, creo que tiene más que ver con la armonía o caos que conseguimos construir mientras se está vivo.
Las emociones y sentimientos que se pueden dar, ya son lo bastante malos o buenos, como para pensar que la vida es un infierno o un cielo.
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