El Bien sobre el Mal
El nacimiento de la Virgen María, hace de muro de contención contra el diablo y el mal
Sin duda, el nacimiento de la Virgen María es un suceso extraordinario, antesala de lo que vendría después: el nacimiento de Jesucristo, que vino a salvar a la humanidad del mal y a mostrar el camino del Bien.
Todo lo anterior al nacimiento de la Virgen María, generación tras generación, tuvo que darse así, para que Ella pudiera nacer, quedar en cinta, por la gracia del Espíritu Santo, y engendrar en su vientre al Hijo de Dios. Por tanto, su propio nacimiento viene a romper con todo lo establecido; sobre todo con la dominación del mal.
Natividad de la Santísima Virgen María
[...] La Natividad de la Virgen se celebra el 8 de septiembre, nueve meses después de la dedicada a la Inmaculada Concepción de la Virgen que se celebra el 8 de diciembre. [Ver artículo].
[...] El 24 de junio, la Iglesia celebra la solemnidad de la natividad de San Juan Bautista, y el 29 de agosto, la memoria de su martirio. No hay ningún otro santo del que la Iglesia celebre el nacimiento y la muerte, como celebra los de Jesús, el Hijo de Dios (25 de Navidad y Viernes Santo) y la Virgen María (8 de septiembre y 15 de agosto).
Normalmente sólo se celebra el "nacimiento al cielo". Pero el propio Jesús dijo de Juan: "En verdad os digo que entre los nacidos de mujer no hay otro mayor que Juan el Bautista" (Mt 11,11).
Último de los grandes profetas de Israel, primer testigo de Jesús, iniciador de un bautismo para el perdón de los pecados y, en este contexto, bautista de Jesús; mártir por defender la ley judía.
Ya en el siglo IV encontramos conmemoraciones litúrgicas de San Juan Bautista en fechas diversas. La del 24 de junio se fija según el Evangelio de San Lucas, (1,36a), cuando se dice que Isabel estaba ya en "su sexto mes"; por tanto, seis meses antes de la Navidad. Desde el siglo VI esta fiesta tiene una Víspera. [Ver artículo].
[...] La fiesta comenzó a celebrarse en Roma en el siglo VIII, con el Papa Sergio I. Es la tercera fiesta de la "natividad" en el calendario romano, que conmemora la Natividad de Jesús, el Hijo de Dios (25 de diciembre, Navidad); la de San Juan Bautista (24 de junio) y la de la Santísima Virgen María, el 8 de septiembre. [Ver artículo].
Recién nacida y ya victoriosa sobre el demonio
[...] Si la venida del Salvador derrotó al mal en el género humano, la natividad de la Santísima Virgen marcó el inicio de la victoria del bien y del aplastamiento del demonio; él mismo percibió que parte de su cetro se habría roto irremediablemente. [Ver artículo].
Celebración de la fiesta del Diablo
[...] Tras unos veinte minutos de deslumbrante pirotecnia y mientras suena un popular estribillo que anuncia que “el Diablo ya está aquí”, la actuación culmina con la explosión de la cabeza del Diablo, simbolizando así el triunfo del bien sobre el mal. [Ver artículo].
/> La víspera del nacimiento de la Virgen María, el diablo hace de las suyas con mucho más ahínco, si cabe, pues es conocedor de quién va a nacer.
En la representación de la danza del diablo, simboliza que, a pesar de todo su fuego y perversidad, no es capaz de salirse con la suya, puesto que nace María, provocando un antes y un después, donde el Mal queda apartado. Y por esto, es que el diablo se vuelve hacia la Virgen María, y se inclina ante ella tres veces, como símbolo de respeto y aceptación de su derrota ante el Bien.
Esto no significa que el mal desapareciera, (de hecho continua hoy), pero desde ese momento se le deja claro que ya no va a campar a sus anchas. Estará vigilado y controlado por siempre.
Y ya con el nacimiento del Hijo de Dios, queda marcado un camino concreto para apartar al diablo de nuestras vidas. Otra cosa es que se siga ese camino o no. Eso ya es elección de cada uno, según su fe y en lo que se desee creer. Es el libre albedrío el que prima. Porque eso es vivir: no tener certezas y ser consecuentes con lo que elegimos.
Imágenes: msandersmusic (Px) 2. GAIMARD (Px) 3. Ayto. de Tijarafe (La Palma)
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