"Ver" y cambiar

Ver la verdad

Quien cierra los oídos al clamor del pobre no será escuchado cuando grite

Lectura del libro de los Proverbios 21, 1-6. 10-13

El corazón del rey es una acequia que el Señor canaliza adonde quiere.
El hombre juzga recto su camino, pero el Señor pesa los corazones.
Practicar el derecho y la justicia el Señor lo prefiere a los sacrificios.
Ojos altivos, corazón ambicioso; faro de los malvados es el pecado.
Los planes del diligente traen ganancia, los del atolondrado, indigencia.
Tesoros ganados con boca embustera, humo que se disipa y trampa mortal.
El malvado se afana en el mal, nunca se apiada del prójimo.
Castigas al cínico y aprende el inexperto, pero el sabio aprende oyendo la lección.
El honrado observa la casa del malvado y ve cómo se hunde en la desgracia.
Quien cierra los oídos al clamor del pobre no será escuchado cuando grite.


/> Aquí se nos expone, una vez más, que lo que el hombre piensa y hace, bajo sus propios ideales y normas, solo crea una vida alejada de lo que es el alimento del espíritu.

Se nos dice que, sin ese alimento, solo conseguimos alejarnos del bien y endurecer nuestro corazón, hasta tal punto, que lo despojamos de toda capacidad de amar al prójimo y a la propia Vida; creando un mundo próspero en desigualdad, abusos, discriminación, mentira, odio y violencia.

¿Qué hace falta que ocurra, para que la humanidad cambie y decida trabajar y luchar por el bien?.

¿Qué más hace falta que suceda?.

¿Cuánto tiempo más necesitamos para "ver" y decidir cambiar?.

Imagen: grunzibaer (Px)

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