¿Abrir bares y no escuelas? (Xavier Bonal)

19.5.20
[...] Xavier Bonal (Barcelona, 1963), profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona, es un investigador de referencia sobre desigualdad educativa, un fenómeno exacerbado por la pandemia y el cierre escolar. Catedrático de Sociología, es consultor de administraciones públicas y organismos internacionales y dirige grupos de investigación y másteres sobre políticas educativas. Ha sido miembro de la red de expertos en Ciencias Sociales de la Comisión Europea. Su voz es escuchada con interés por las autoridades en la materia. Es difícil profundizar en el estudio de la segregación escolar sin toparse con sus artículos. Padre de dos hijos, una universitaria y un estudiante de bachillerato, pasa el confinamiento dedicado a la atenta observación de un hecho inédito. Bonal, a través de una encuesta a casi 36.000 familias, ha sido de los primeros en constatar fehacientemente lo que muchos ya creían saber: el confinamiento dispara la desigualdad. Está preocupado, sí, pero también intelectualmente deslumbrado ante un objeto de estudio tan insólito como una sociedad con las escuelas cerradas.


Xavier Bonal
"Si hay plan para abrir los bares, ¿por qué no para abrir la escuela?".
He comenzado la entrada detallando quién es este señor, para que no se piense que no tiene tablas o suficiente sesera, cuando plantea tal pregunta.

Pero, como siempre, la estupidez humana no sabe de carreras universitarias ni clases sociales, lo mismo que un virus no sabe quedarse quietecito y no ser causante de enfermedades.

Hay que tener paciencia en esta vida, pero hacen falta mucha vidas para juntar la paciencia necesaria en tan solo una. Y como esto no es viable, no queda de otra que aguantar. 

Este es solo un ejemplo, pero es que ya no hay argumentos para creer en nada. Es como si fuera urgente el partir de cero, porque está claro que a mejor nunca iremos.

Bonal, después de semejante estudio, (que a saber quién habrá pagado, aunque me lo imagino), constata que "el confinamiento dispara la desigualdad". 
Para cualquier persona con un mínimo sentido común, esto es algo lógico. Lo mismo que se dispara la violencia de género, el maltrato a menores, el alcoholismo, los excesos, las depresiones, nerviosismo, pobreza... Pero esto es algo que existía ya, -y a lo que ningún gobierno ha puesto solución-, solo que al estar confinados, ya no se puede escapar de los problemas, ni darles puerta. 

Somos una sociedad hipócrita y falsa, porque solo nos preocupan estos temas, cuando lo sufrimos en primera persona. El mundo viene sufriendo esto, y cada vez más, desde tiempos remotos, sin que a votantes y clase dirigente les preocupe lo más mínimo. Unos y otros, hacen que este sistema exista y crezca. Y será cuando estemos hasta el cuello de problemas, cuando queramos cambiar la manera de hacer las cosas. 
El problema es que ya es tarde. El sistema se ha hecho tan poderoso y está tan bien protegido, que ahora ya nada se podrá hacer. 
Tantos años viendo la corrupción, abuso de poder, mentiras, manipulación, irresponsabilidad, falta de escrúpulos y conciencia cívica; y nunca se ha dejado de apoyarles y de elegirles como abanderado de un futuro más sano y equilibrado. 

Y en cuánto a la pregunta que se hace Bonal, habría que no salirse del contexto en el que estamos viviendo en estos momentos: "la desescalada progresiva (se supone) hasta llegar a la normalidad de antes, donde miles de negocios y puestos de trabajo se ven amenazados con el cierre y despidos; con un país sumido en una crisis económica galáctica; con miles de hogares donde la pobreza se ha instalado; ...y para este señor, la vuelta de los estudiantes es tan imprescindible, como la apertura de negocios y el regreso de sus empleados. 
Una sociedad sin tejido empresarial, industria y empleo, no genera dinero; y sin una base económica, es imposible crear los recursos necesarios para crecer. 
Creo que esto lo podemos entender todos, simplemente con tomar de ejemplo el propio hogar; donde si no entra dinero por la puerta, difícilmente se podrá disponer de recursos que permitan tener mejores posibilidades de futuro. 
Sin contar, que los niños son una esponja para virus, y unos transmisores excelentes de la enfermedad. Y para este, en concreto, los síntomas que pueden sufrir (en su mayoría), son leves o ninguno. 

Por tanto, mejor sería que se gastaran el dinero (lo mismo que nuestros gobernantes) en cosas importantes, en lugar de llenarse los bolsillos y no poner solución. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

El sentir del alma (Benedetti)

La rueda de la vida (E. Sabato)

Aborígenes del mundo

Si no se vive el presente, no se está vivo.

Abrir el corazón, duele (Benedetti)

Destino (Ernesto Sábato)